sábado, 14 de febrero de 2009

HABILIDADES GIMNASTICAS


La palabra gimnasia se aplicó en un principio al juego de los atletas que corrían, saltaban, luchaban y arrojaban el disco y la barra. Más tarde, los recintos plantados de árboles o los locales cubiertos dedicados a los juegos atléticos fueron el punto de cita de cuantos querían cultivar su inteligencia y su fuerza.
Mientras que en Grecia los dorios, raza conquistadora y brutal, se dedicaban a la Gimnástica con fines guerreros, los atenienses buscaban en aquellos ejercicios la salud del cuerpo y del espíritu, la armonía y la gracia. Sin embargo, los juegos atléticos llegaron a ser monopolio de ciertos individuos que se exhibían ante la multitud como los acróbatas de nuestros días lo cual no era el mejor medio de sostener la Gimnasia griega.
Los romanos de la República se dedicaron con entusiasmo a la marcha, la equitación y otros ejercicios gimnásticos. No pocas veces, después de un ejercicio violento se arrojaban al Tíber como los espartanos al Eurotas. Plutarco refiere que César consiguió curarse una neuralgia haciendo que un esclavo amasara sus músculos. Con todo, los romanos no practicaron nunca la verdadera Gimnástica, la de Atenas. Sólo tomaron de Grecia los ejercicios en los circos, adaptando a su carácter cruel los ejercicios griegos y transformando así en combates de gladiadores los juegos de los atletas griegos.
La Edad Media no conoció la Gimnástica. Únicamente, algunos aristócratas continuaron ejercitándose en justas y torneos bajo su armadura de hierro, en lo que no se pueden considerar ejercicios gimnásticos.
El cristianismo, tan hostil a la desnudez corporal, nada hizo para realzar o establecer los ejercicios corporales. La verdadera gimnástica fue defendida por los filósofos reformadores Lutero, Zwinglio, Mélanchton y Roussene.

VOLTERETA ADELANTE CON PIERNAS AGRUPADAS.

Ponemos las manos en el suelo, con las puntas hacia delante y nos impulsamos con las piernas para dar la voltereta, sin apoyar la cabeza. Si tenemos problemas, nos puede ayudar un compañero.

VOLTERETA ADELANTE CON PIERNAS ABIERTAS.

Igual que la voltereta hacia delante, pero hay que acabar con las piernas abiertas y rectas en posición vertical.

VOLTERETA ATRAS CON PIERNAS AGRUPADAS.

Nos situamos de espaldas a la colchoneta. Nos dejamos caer hacia atrás, pegamos la cabeza al pecho y apoyamos las manos a la altura de los hombros. Hay que impulsarse hacia atrás hasta que las palmas toquen el suelo, continuar con el impulso hasta dar la vuelta completa. Si hay dificultad, nos puede ayudar un compañero.

VOLTERETA ATRAS CON PIERNAS ABIERTAS.

Igual que la voltereta grupada hacia atrás, pero acabando con las piernas abiertas y rectas.

PINO DE CABEZA.

Apoyamos manos y cabeza y elevamos las piernas. Puede ayudarnos un compañero.

PINO CON EQUILIBRIO DE MANOS.

Solamente nos apoyamos en las manos, y si nos resulta demasiado difícil, tambien podemos apoyarnos en la pared.

QUINTO.

Realizar una voltereta hacia atrás y acabar haciendo el pino. También se puede hacer con los brazos rectos.

PINO PUENTE.

Se hace el pino con las manos, se deja caer el cuerpo y se apoyan los pies, formando un puente con el cuerpo.